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La carta es el género literario más accesible. ¿Quién no ha escrito una? De amor adolescente, de confesión descarada, para comunicar una renuncia, un despido o un deseo al Niño Jesús. Basta con pensar en un destinatario para que comiencen a aparecer palabras sobre la temida página en blanco, que a menudo es el principal obstáculo para los escritores en ciernes. La carta es el primer impulso literario de muchos, con el que rompen la inercia natural del lápiz sobre el papel.
Un taller de escritura de cartas parece algo anacrónico. Desde su primer uso hace milenios la carta ha sido reemplazada por el telegrama, el correo electrónico, el sms, el whatsapp… Y, sin embargo, en un momento histórico donde queremos desconectarnos de lo virtual y reconectarnos con lo físico, ¿qué más valioso para rescatar hoy que la escritura a mano, sincera, lenta e intimista de una carta? En este taller descubriremos este género literario como una forma ideal de comunicar, confesar, relatar y contar nuestras ideas, historias, sucesos y deseos más profundos.